Y entonces como si no hubiera pasado el tiempo ezquizofrènico oligofrénico años luz del recorrido de las hormigas que adentro y primavera otra vez en un set de vida infinito donde siete pam, siete, dos bailan y se achicharran aquì estamos ni de ida ni de vuelta, de siempre.
Me cago en la estètica del blog.
jueves, marzo 10
domingo, marzo 6
Me voy a dejar atar las manos. No los párpados, ni la boca, ni los oídos. Pero sí las manos. Voy a dejar dejarme y que me dejen. Morir a sangre fría. Vomitarme a mí misma.
La noche escribe letanías sobre mí; la noche escribe... Mi espíritu tan desfasado y mi yo incierto, las horas en silencio, un escándalo de cóctel que alucina, la careta de cristal hecha añicos, las cosas que se mueven sin circuito y agobian sin escrúpulos, la paz abandónica, la nada.
Me voy a dejar atar las manos. Precipicio abismal que recorro sin culpa. Nunca he llegado a este sitio; todo está en mi mente como un dibujo y se pinta de negro con cada recuerdo. Y todo girará en un eterno resplandor.
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